HABITÁCULO RESIDUAL

Habitáculo residual

La instalación “Habitáculo residual” presentada en el Horno de la Ciudadela de Pamplona en 2011, es un  proyecto que parte de la acumulación como gesto crítico y poético. Construido con 4,5 toneladas de residuos, en colaboración con la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona, este iglú —a medio camino entre refugio y ruina— se erige como un organismo residual, testigo de una era definida por la sobreproducción y el desecho.

El proyecto propone observar el paisaje contemporáneo no como una imagen de progreso, sino como un territorio de restos: un ecosistema excremental donde lo que descartamos adquiere nueva forma, volumen y significado. En ese paisaje indeciso, la contaminación se revela como síntoma y metáfora de las contradicciones que sostienen nuestra era contemporánea.

El iglú, hecho de basura, invita a entrar en el cuerpo mismo del desecho, a habitar lo que normalmente se oculta, a experimentar la fragilidad de un hábitat construido sobre su propio residuo. Entre lo doméstico y lo salvaje, entre lo humano y lo inorgánico, la pieza ensaya un modo de coexistencia con aquello que nos sobrevive.

En última instancia, la obra plantea una pregunta abierta: ¿cómo imaginar un paisaje donde la incertidumbre sea el motor del desarrollo? ¿Dónde el error, el exceso y el residuo puedan transformarse en materia de vida?